Tyr. El presente.
Corre el año del Desafio Del Sacerdote, En la 170ava era de los Reyes.
Tyr empieza a sentirse oprimida, luego de siglos de mando bajo el Rey Hechicero Kalak (si es que las historias contadas por los bardos han de ser creídas). Una situación que empezó a complicarse a mediados del año pasado, cuando El Poderoso Rey Hechicero, El tirano de Tyr, comenzó a apropiarse de todos los esclavos a su alcance para acelerar el proyecto que viene llevando a cabo en los últimos 20 años. El Zigurat de Kalak se alza en todo su esplendor ahora que miles de esclavos trabajan día y noche para terminar la maravillosa obra.
Los nobles sin embargo empiezan a mostrar su descontento. No hace falta ser un conspirador para darse cuenta de esta situación. Lo que está ocurriendo no escapa a nadie, incluso a mentes jovenes como las de ustedes. La fuerza de trabajo ha sido desviada en su totalidad a la finalización del Ziggurat. Al principio la nobleza aguantó la excentricidad del Rey Kalak, puesto que no representaba un gran peso a sus aspiraciones, y aceptaron de buena gana las explicaciones del Rey Hechicero sobre como el Ziggurat era una herramienta necesaria para mantener al Gran Dragón alejado de la Ciudad. Ahora sin embargo, las voces de protesta empiezan a hacerse notar.
No es sólo la ciudad de Tyr la que se ha visto afectada por estas acciones de Kalak, quien cada vez se le ha visto más senil, observando desde su trono la arena de gladiadores contigua a su palacio , y supervisando junto a sus Altos Templarios la construcción del Ziggurat de un modo obsesivo. La ciudad de Urik y Raam en particular han enviado emisarios para comunicar su descontento por el cese de producción de las minas de Hierro, que se han quedado sin fuerza laboral.
Por todo esto no es novedad que se hable en susurros de una posible rebelión de los nobles y que los mercaderes empiecen a abandonar la ciudad a un paso cada vez más acelerado.
Si la rebelión se desata, las consecuencias pueden ser funestas. La Guardia Real consiste en 2000 mercenarios comandados por 500 Guardianes Semi-Gigantes y una legión de templarios. Estos últimos, todos armados con armas de metal. Los nobles por otro lado, poseen en su totalidad mayores tropas en total que las que posee el Rey Hechicero, aunque no cuentan con la calidad de las armas de metal, ni de la poderosa magia y psiónica que posee Kalak. Si un conflicto se llégase a desatar, las consecuencias serían funestas.
Tyr empieza a sentirse oprimida, luego de siglos de mando bajo el Rey Hechicero Kalak (si es que las historias contadas por los bardos han de ser creídas). Una situación que empezó a complicarse a mediados del año pasado, cuando El Poderoso Rey Hechicero, El tirano de Tyr, comenzó a apropiarse de todos los esclavos a su alcance para acelerar el proyecto que viene llevando a cabo en los últimos 20 años. El Zigurat de Kalak se alza en todo su esplendor ahora que miles de esclavos trabajan día y noche para terminar la maravillosa obra.
Los nobles sin embargo empiezan a mostrar su descontento. No hace falta ser un conspirador para darse cuenta de esta situación. Lo que está ocurriendo no escapa a nadie, incluso a mentes jovenes como las de ustedes. La fuerza de trabajo ha sido desviada en su totalidad a la finalización del Ziggurat. Al principio la nobleza aguantó la excentricidad del Rey Kalak, puesto que no representaba un gran peso a sus aspiraciones, y aceptaron de buena gana las explicaciones del Rey Hechicero sobre como el Ziggurat era una herramienta necesaria para mantener al Gran Dragón alejado de la Ciudad. Ahora sin embargo, las voces de protesta empiezan a hacerse notar.
No es sólo la ciudad de Tyr la que se ha visto afectada por estas acciones de Kalak, quien cada vez se le ha visto más senil, observando desde su trono la arena de gladiadores contigua a su palacio , y supervisando junto a sus Altos Templarios la construcción del Ziggurat de un modo obsesivo. La ciudad de Urik y Raam en particular han enviado emisarios para comunicar su descontento por el cese de producción de las minas de Hierro, que se han quedado sin fuerza laboral.
Por todo esto no es novedad que se hable en susurros de una posible rebelión de los nobles y que los mercaderes empiecen a abandonar la ciudad a un paso cada vez más acelerado.
Si la rebelión se desata, las consecuencias pueden ser funestas. La Guardia Real consiste en 2000 mercenarios comandados por 500 Guardianes Semi-Gigantes y una legión de templarios. Estos últimos, todos armados con armas de metal. Los nobles por otro lado, poseen en su totalidad mayores tropas en total que las que posee el Rey Hechicero, aunque no cuentan con la calidad de las armas de metal, ni de la poderosa magia y psiónica que posee Kalak. Si un conflicto se llégase a desatar, las consecuencias serían funestas.
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