Saturday, March 10, 2007

En la Oscuridad.

Las ruinas se presentaban amenazadoras.

El escorpión gigante casi le había costado la vida a algunos de los aventureros. El Halfling se encontraba comatoso, y solo cabía esperar a que Athas reclamara su vida o que alguien fuese capaz de devolverlo a su estado normal.

Morus Y Roth habían llegado muy lejos como para abandonar aquí. El mul que había perdido a sus compañeros de viaje también. Cada vez que pensaban en ello veían la entrada a la oscuridad de una de las ruinas inclinadas y parcialmente cubiertas de arena. Era como si algo los llámase, quizás la codicia... quizás algo más..


No fueron pocas las criaturas que encontraron en estas curiosas ruinas. La arena se desperdigaba por doquier como un recuerdo del paso no en vano de las arenas del tiempo. Los escorpiones no fueron obstáculo suficiente para las aspiraciones y ambiciones del grupo quienes se decidieron a avanzar más.


Roth siguiendo sus instintos de elfo se dedicó a buscar entre la arena, por muchos minutos y con paciencia revisó cada rincón de las primeras habitaciones. El lugar parecía ser un templo o algo por el estilo. No pudo creer sus ojos cuando los resultados de su búsqueda dieron fruto y encontró no mundanas monedas de cerámica, sino que de ORO. El resto de lo que hizo con ellas quedará en el recuerdo del sigiloso elfo, pues ni el mul ni el humano se dieron cuenta de lo que había encontrado. Llamando a la codicia de Morus y del sobreviviente mul les mostró una sola moneda de oro, eso fue más que suficiente para llamar su atención y para que se dedicaran a buscar un poco más.


Una pequeña fortuna en forma de monedas de oro fue lo que encontraron. A los lados poca atención prestaron a las imagenes que mostraban a criaturas pequeñas , mucho más pequeñas que los halflings, haciendo magias desde sus manos y defendiéndose de criaturas enormes de largas narices que parecían salir desde bosques internados en ríos. Nada que hiciese sentido en el mundo que conocían. A sus lados veían humanos montando extrañas criaturas cuadripedas, todos en grandes armaduras que si pudiesen apostar habrían dicho que eran de metal.

Por supuesto que tanto tesoro fue más que suficiente para el mul, y por eso una vez que le dieron parte de su botín simplemente abandonó el lugar no queriendo arriesgarse a ir más hasta el fondo del misterioso templo. Las monedas que llevaba en sus bolsillos eran mucho más de lo que habría ganado en varias vidas.



Ellos dos se quedaron y avanzaron tanto como pudieron. El lugar claramente daba señales de haber sido abandonado hace muchos años, y de haber sido saqueado en algún momento de su historia. El nerviosismo era cada vez mayor a cada paso que daban, mucho más cuando por separado empezaron a ver la forma fantasmagórica de una mujer envuelta en túnicas que alcanzaron a ver en lo que dura el guiño de un ojo. Encontraron un par de esqueletos que parecían escapar de algo de abajo. Estaban a mitad de camino y sobre ellos tambien encontraron tesoros no despreciables.



Decididos a ver que otros tesoros albergaba este lugar fueron al piso de abajo. Vieron una gran sala con grandes estatuas a lo largo y ancho, y a todas luces un lugar que no había sido saqueado.


Algo había impedido el saqueo.


Los objetos claramente mágicos desperdigados a lo largo de la habitación llamaron su atención. Justo ahí y cuando empezaban a avanzar se les acercó la figura fantasmal que hubiesen visto antes, la que les dijo en un gran lamento y pesar:


" Los elegidos para ir contra Gallard no pueden darse cuenta de que están esperando una guerra que ya está perdida hace milenios. Todos los gnomos, aquellas hermosas criaturas que por siglos fueron nuestros aliados yacen ahora en el olvido. Gallard se impuso, y sólo nos queda irnos en paz.

Hemos perdido las Guerras de Limpieza. Los elegidos deben encontrar la paz que les ha sido negada durante tanto tiempo. Hemos fallado, el gran señor..."


Fué ahi que la imagen se desvaneció como si hubiese cumplido su propósito.. sin embargo para sorpresa de Roth y Morus regresó en un último esfuerzo

"Denles el descanso a nuestros campeones!!!!"

De ahi fue todo silencio y oscuridad....


Al final de la sala y después de recorrer algunas flechas mágicas había un gran escudo que parecía despedir fuego desde su frente. Un artefacto poderoso sin lugar a dudas. Vieron que no solo el escudo estaba en el techo al final de ese salón, sino que había una rampa que subía un poco y llevaba a otro salón. No pudieron avanzar más que eso cuando de la nada se materializaron un montón de formas humanoides desde todas direcciones que se apilaron en un gran espíritu

"Somos el guardían, protectores del descanso de los elegidos. No los dejaremos pasar"



Y tal como el Guardían había prometido, así fue. Morus casi muere apenas comenzado el combate, y tuvieron que salir con el corazón en la mano a las afueras de las ruinas donde el espiritu no los siguió más....

En sus ojos todavía brillaba el recuerdo de aquel poderoso escudo...

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