Thursday, November 02, 2006

Fuerzas Incontrolables

Tal como se había esperado, la batalla no se hizo esperar. Los dos ejércitos se reunieron a mitad del camino entre Urik y Tyr. La voluntad de los ex-esclavos fue superior a cualquier voluntad de expansión del Rey Hamanu. El Ejército de Tyr se impondría al de Urik, y hasta se atrevería a lanzar una ofensiva en contra del mismísimo Rey Hechicero.
Hamanu sin embargo les demostraría que estaba lejos de ser derrotado, y esta vez sería su presencia la que marcaría la diferencia de ambos lados. La fuerza marcial de Tyr sería diezmada por la potente hechicería de Hamanu, pero lo importante es que se había marcado el precedente. Tyr no dejaría que ningún ente externo rigiera sus vidas.

.......... O eso creían..


Cuando Tyr empezaba a volver a la normalidad, casi seis años bastaron para que se presentara la mayor fuerza de todo Athas. La criatura de Leyendas que muchas veces llenaba las pesadillas de aquellos que en el fondo de sus corazones no dudaban de la veracidad de todas aquellas historias...

El Dragón de Tyr.

Las versiones de lo que allí ocurrió , variarán a lo largo de los siglos, pero cualquier persona presente estaría de acuerdo al decir que la mera presencia del Dragón fue más que suficiente para dejar a más de la mitad de la ciudad en un estado catatónico.Tal como vino, se fue, y la ciudad quedó con 5.000 almas menos.


Unos meses después del shock, Atlalak y Morus tomarían caminos diferentes, que inevitablemente los volvería a reunir, como casi 6 años atrás en plena revuelta contra el tirano Kalak.

Atlalak, completamente decepcionado de la corrupción y cobardía de los templarios, que durante la presencia del Dragón reunieron a toda clase de personas desválidas, niños y mujeres con el fin de cumplir con la cuota demandada , hizo lo mejor que podía hacer para volcar su rabia. Se transformó en un asesino de integrantes de la Garra. Una organización criminal que llevaba un buen tiempo operando en Tyr, y que por ordenes de los templarios de alto rango, debía ser dejada en paz. Rapidamente tras casi 2 años de una obsesión guiada por el fanatismo, la Garra dió con el principal responsable de que 23 de sus integrantes hubiesen muerto a lo largo de ese tiempo.Y no esperaban dispensarle una muerte rápida...

Morus había ido a las montañas Resonantes para extraer madera de Agafari de los bosques , bajo la tutela de la casa Mercantil Mako. Su intención era conocer la geografía de las montañas Resonantes para poder encontrar algo que llevaba buscando desde los últimos días de vida del Rey Kalak. La llegada del Dragón sin embargo, cambió sus planes. Durante unos cuantos meses, la economía cambió por completo , luego de que el Dragon hubiese demandado su cuota de esclavos de cada una de las ciudades Estado.
La casa Mako, encontrándose con una gran cantidad de madera de agafari que no podía vender a nadie ,no le quedó otra opción que cambiar de rubro, y con ello los sueños de poder explorar las montañas Resonantes, se esfumaron para Morus. Por un par de años tendría que reformular todos sus objetivos.
Eran pocos además los que recordaban con exactitud todo lo que sucedió en las horas que el Dragón estuvo esperando en las afueras de la ciudad, como si todos los soldados con sus armas preparadas no fueran más que pequeñas moscas a las cuales no había que prestarles atención. Morus en el transcurso de esos años pudo recordar detalles que casi nadie más podía recordar, y contrató a un contador de Historias de nombre Esquilo , para que fuese quien registrara todos los hechos que sólo sus ojos pudieron ver en ese día.

Durante ese tiempo, no fueron pocas las veces en que escucharon los rumores de algunos reyes hechiceros abandonando sus ciudades por motivos desconocidos, el mismo Tithian no estaba en la ciudad de Tyr y había dejado el cargo de la ciudad a un consejo provisorio de gobernantes.

Meses después,llegó un enviado de un pueblo lejano, que venía buscando la forma de comprar madera de Agafari. Parecía que nadie tenía a su disposición.
Fue el momento que tanto esperaba la casa Mako, dado el alto valor de la madera, esto era el negocio perfecto y la forma de deshacerse de esas cantidades que venían manteniendo hace tanto tiempo. Morus , quien todavía estaba al servicio de la casa mercante, sería uno de los que escoltarían el cargamento al lejano lugar. Al mismo tiempo Atlalak venía buscando gracias a la ayuda del único amigo Templario que sabía de sus actividades, una forma de poder escapar de la ciudad y del ojo avisor de La Garra, que aunque disminuida , todavía tenía un control extenso sobre lo que ocurría en la ciudad de Tyr. Atlalak sabía que si no escapaba pronto, su sangre pasaría a humedecer el suelo de las secas calles de la ciudad.


Así se llegó a un trato, la casa Mako (sin saber que el mul estaba escapando de Tyr por lo que había hecho) accedió a llevarlo como pasajero. Y así Morus y Atlalak llegarían tras casi 2 semanas de viaje, al lejano Poblado.

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