Thursday, January 11, 2007

Historias Alternas (Celik y el Enemigo Interno)

El Gran Terremoto. Los espíritus de Athas se estaban despertando y demandando venganza por años de abuso y destrucción. Sólo quedaba preguntarse, cuando quedarían satisfechas estas fuerzas espirituales.

En las lejanas Montañas Resonantes no permanecieron inmunes a estos hechos globales. Muy al sur, en un poblado como cualquier otro, enclavado en lo alto de una meseta al borde de los bosques celosamente guardados por los halflings, una comunidad mixta vivía el día a día. Athas los trataba bien,si es que se comparaban con las historias que habían escuchado de lejanos lugares. Al menos tenían sombra, y acceso al agua que tanto solía escasear en aquellos lontanos parajes.

Pero el terremoto lo cambió todo. Gran parte del pueblo se vino abajo, muriendo decenas de personas en un solo instante. El pueblo se partíó por la mitad, con una gran grieta que sería en algún momento del futuro el recuerdo de la catástrofe que ahí había ocurrido. Plagas empezaron a surgir de entre las nuevas grietas, y mientras algunos morían de enfermedad a causa de estas, otros pocos afortunados decidían que era la hora de migrar.

Rapidamente el poblado se transformó en una cáscara vacía. Sólo un halfling adicto a la miel de kank, y un humano que era más de lo que hacía aparentar, permanecieron en la soledad junto a otros dos pobladores que estaban reuniendo lo que pudiesen antes de emprender el viaje.

Los días eran rutinarios, sabiendo que no había futuro en permanecer allí. Las réplicas ocurrian cada cierto tiempo, y tarde o temprano llegaría otro temblor que se encargaría de hacer desaparecer lo poco que quedaba. Mientras pasaban los dias durmiendo y esperando a poder juntar el agua suficiente para poder emprender viaje, apareció un humano llegado de ningún lugar. El origen de este humano, es parte de otra historia. Lo importante, es que se conocieron, y como muchas veces ocurre en estas tierras, se unieron sabiendo que como grupo tendrían muchas más posibilidades de sobrevivir en las peligrosas zonas salvajes de Athas que cada uno yendo por su cuenta.

Una de las noches divisaron unas luces en la lejanía. Estaban cercanos a partir y llamó su atención, pero tendrían que esperar a emprender el viaje para poder ver de que se trataba todo aquello.

En la travesía por el desierto, unas pequeñas bestías los guiaron a un oasis que antes había pasado completamente desapercibido en la zona. Era una mancha de lo que quedaba de un lugar que de no haber sido por la ilusión que lo guardaba habría sido completamente destruido y arrasado hacía mucho tiempo. Su guardían: un thri-kreen que yacía en su lecho de muerte. Algo había llegado a la rica zona a profanar, y ese algo había matado al Thri-Kreen quien en un acto último se había sacrificado para absorber el la mayor parte del daño y proteger su territorio.

Las pistas eran claras, y los llevaron en cuestión de un par de horas a un campamento Belgoi. Los humanoides contaban entre sus filas con un profanador que sin lugar a dudas había sido el culpable de toda la destrucción.

Luego de una incursión rápida y de no sufrir de mayores heridas. Pudieron eliminar a la tribu, y en la huida del profanador destruir tambien a este junto a un par de criaturas que justo estaban merodeando el campamento y que últimamente habian seleccionado a los tres viajeros como su nueva presa. Luego de descansar una noche, siguieron rumbo a Celik, donde el Bárbaro y el Halfling tomaron mucho más de lo que habían tomado en toda su vida, y cayeron en un coma etílico.

2da Parte:(Mitad Viva, Mitad Muerta)

Celik es una ciudad mitad viva, mitad muerta. Fue emplazada hace unos años en medio de unas ruinas y partes de ella han sido reconstruidas, según lo que se rumorea las ruinas datarían de la Era Verde. Pocos saben lo que ello significa, pero los que lo conocen, saben que muchos años han pasado desde dicha época

Una buena parte de la ciudad ha permanecido sellada por los rumores de criaturas muertas vivientes que las habitan. Una casa mercantil rige la ciudad , y todos los habitantes de Celik trabajan para la casa de un modo u otro , y a cambio reciben hospedaje, comida y algo de monedas extras para gastar en las casas de diversión desperdigadas a lo largo de su extensión.

En medio de la noche y luego de una pelea de bar, escucharon la conversación de integrantes de la casa que conversaban sobre la necesidad de encontrar nuevas personas para una misión de exploración de las ruinas ahora que parte del grupo habia terminado en una pelea de bar bastante peligrosa. Ni corto ni perezoso el humano se acercó y se confirmó una entrevista para el día siguiente. El Thri-Kreen se encontraba perdido en algo nuevo para el, la ciudad no era su lugar, e incluso fue confundido por Trikit (un Thri – Kreen que luego de haber conversado su descripción puede haber sido el Druida que encontraron en los Oasis), lo que al final terminó en que fuera llamado a la entrevista también.

En la Mañana se les notificó que es lo que se esperaba de ellos. Marxus (el lider de parte de la guardia de la ciudad) estaba apurado pues tenian una expedición para investigar sobre las crecientes incursiones (en puntos lejanos todavía) de fuerzas de ataque desde el sur , desde las tierras Muertas. Junto a Tram (un humano gigantesco de más de 2.10 de altura, y de una mujer de pelo azabache con intrincado peinado cuyo nombre nunca supieron, se les preguntó a cada uno sobre sus talentos. Luego de sentir una ligera intrusión mental el humano fue llevado a otro lugar y ahí Marxus le reveló lo que sabian de él. Los tratos de aquella conversación terminaron entre aquellos dos.

La misión era relativamente simple: Una noche atrás uno de los guardias que guardaba una de las entradas a las ruinas había desaparecido. Habian señales de que criaturas muertas lo habían llevado a su guarida. Normalmente existían grandes paredes que separaban las ruinas de las partes nuevas de la ciudad, pero eso no impedía que hubiese un peligro latente que podía atacar en cualquier instante desde su interior. Al grupo se le dio un cristal que debían dejar en lo más profundo posible de las ruinas. Una piedra roja similar a la obsidiana, pero con apariencia más frágil. Debian adentrarse al menos una centena de metros para que fuese efectiva y si lo dejaban escondido tanto mejor. Recibirían un pago de 70 monedas de cerámica cada uno, y en la misión los acompañaría un guardia humano.

Una vez llegaron a las ruinas se encontraron con una arquitectura muy diferente. Grabados en que se notaban las incrustaciones de lo que parecia ser vegetación fosilizada y pilares que se extendían muy a lo alto. Apenas se adentraron en la parte techada de las ruinas (un edificio de largos pasillos), aparecieron varios zombies que no fueron gran problema para el grupo. Luego de la astucia del clerigo humano del Aire, decidieron que era mejor ir por el techo hasta encontrar una abertura. El Thri-Kreen, el Humano Preservador (que hacia los mayores intentos para que nadie descubriese los orígenes de su magia) , y el Clerigo junto al luchador humano, se fueron por los techos viendo las irregularidades y pasando las partes que parecian susceptibles de derrumbarse. Finalmente llegaron a un punto muerto en que no podían avanzar más. Un enorme agujero en el techo, por el que finalmente descendieron para continuar su travesía. Ya se habían ahorrado más de cuarenta metros en ese viajar de todos modos.

En la oscuridad avanzaron, hasta que sintieron una emboscada detrás de unos pilares. Unas criaturas de porte malicioso y con enormes garras que podían estirar por hasta 6 metros los sorprendieron cuando descendían . A diferencia de los zombies parecían estar dotados de inteligencia y tenian una rabia más allá de lo natural para con las criaturas vivientes. Luego de una pelea feroz que pudo haber resultado en su muerte de no haber tenido el apoyo imponente del Thri-Kreen Bárbaro, pudieron salir a salvo (pero muy mal heridos) de dicho combate. Y subieron al techo de nuevo mientras escuchaban el sonido de pasos que se aproximaban por su espalda.


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