Viajes a las planicies de Obsidiana (Campaña Alterna)
(jugada por Agustín y Francisco)
La ciudad de Celik estaba agitada. Y pocos sabían el verdadero motivo de aquello.
Después de la misión fallida del grupo de aventureros en las profundidades de las ruinas de esta ciudad, y mientras los heridos de aquella fallida expedición se recuperaban en los días por quedar, el bárbaro y el thri-kreen empezaban a conocerse más. Tenían un lazo en común con aquellos que yacían ahora al borde de la vida y la muerte, como solía ser habitual en estas tierras desérticas.
La gente esperaba la noticia de lo que había ocurrido con la caravana que había sido enviada al sur con la finalidad de investigar las desapariciones misteriosas de personas de algunos poblados no muy alejados de estas planicies repletas de misterios y tantas diferentes historias.
Llegó el dia en que se vió a la lejania a esta caravana aproximarse, varios días habían pasado y el nerviosismo de toda la multitud alrededor se hizo patente.
Inix y Mekillots venían llevando a sus espaldas los cuerpos envueltos de muchos caídos. Nadie pronunció una palabra y el silencio se impuso. En el día siguiente fue que se hicieron los entierros. Fueron pocos los que se atrevieron a preguntar que es lo que había sucedido.
Se hizo un llamado de aquellos dispuestos a salir en misión a que se presentaran para ser contratados. La moral estaba baja, y fueron pocos los que se atrevían a salir después de haber presenciado el desfile funebre el día anterior. La recompensa sin embargo era para hacerle agua la boca a cualquiera, y finalmente luego de ciertos acontecimientos el Thri-Kreen y el bárbaro se unieron a un singular grupo de la casa mercantil de Celik, con la finalidad de recuperar un cargamento de armas que se había perdido en la frontera con estas horribles planicies. Armas de metal, que no podían dejarse tiradas y que valían más que la vida útil de muchos habitantes de Celik.
Es así que Bárbaro y Thri-kreen se unieron al grupo liderado por un guerrero entrado en años, una sacerdotisa del fuego, dos muls hermanos, la psiónica de peinado extravagante con dreadlocks, y un poderoso Semi-Gigante.
La misión no estuvo exenta de problemas, y desde el inicio desde que fueron atacados por los espíritus de polvo que surgieron desde el suelo tuvieron que sufrir la primera baja. Uno de los muls falleció en esa pelea, y el capitán de la expedición terminó sufriendo mucho y cayendo a la inconciencia . EL bárbaro ayudo con su liderazgo a que la misión continúase. Y de no haber estado presente, el desenlace final habría sido muy diferente.
Todos terminaron muy inquietos después de que apareciese una imagen proyectada seguramente como ilusión no muy lejos de donde estaban, y que mostraba a un cuerpo descompuesto con finos ropajes ceremoniales, y un halo verde que lo rodeaba. Se presentó como Kaisharga, y advirtió que los vivos no debían meter sus narices en los asuntos de los muertos. Este era territorio de Dregoth y debían huir o sufrir las consecuencias.
Ignorando la advertencia se acercaron apenas unos metros, al lugar desde el cual veían los restos del cargamento que venían buscando. Desde la lejanía pudieron ver enormes figuras (al menos 3) que patrullaban los lugares . La última confrontación no iba a hacerse esperar.
Tuvieron un poderoso combate con una aberración de obsidiana , una enorme creación hecha de aquella oscura piedra con afiladas puntas saliendo de su cuerpo, cuyo principal objetivo parecía ser el recoger cadáveres caidos en batalla en esa zona y atacar cualquier ser que se aproximase a su presencia.
El grupo salió triunfante, pero muy herido. Volvieron a Celik después de algunos días de viaje, y ahí se agradeció su gran aporte. El bárbaro sobretodo recibió un gran reconocimiento por su valiosa intervención. Ya empezaba a ganarse amigos....
La ciudad de Celik estaba agitada. Y pocos sabían el verdadero motivo de aquello.
Después de la misión fallida del grupo de aventureros en las profundidades de las ruinas de esta ciudad, y mientras los heridos de aquella fallida expedición se recuperaban en los días por quedar, el bárbaro y el thri-kreen empezaban a conocerse más. Tenían un lazo en común con aquellos que yacían ahora al borde de la vida y la muerte, como solía ser habitual en estas tierras desérticas.
La gente esperaba la noticia de lo que había ocurrido con la caravana que había sido enviada al sur con la finalidad de investigar las desapariciones misteriosas de personas de algunos poblados no muy alejados de estas planicies repletas de misterios y tantas diferentes historias.
Llegó el dia en que se vió a la lejania a esta caravana aproximarse, varios días habían pasado y el nerviosismo de toda la multitud alrededor se hizo patente.
Inix y Mekillots venían llevando a sus espaldas los cuerpos envueltos de muchos caídos. Nadie pronunció una palabra y el silencio se impuso. En el día siguiente fue que se hicieron los entierros. Fueron pocos los que se atrevieron a preguntar que es lo que había sucedido.
Se hizo un llamado de aquellos dispuestos a salir en misión a que se presentaran para ser contratados. La moral estaba baja, y fueron pocos los que se atrevían a salir después de haber presenciado el desfile funebre el día anterior. La recompensa sin embargo era para hacerle agua la boca a cualquiera, y finalmente luego de ciertos acontecimientos el Thri-Kreen y el bárbaro se unieron a un singular grupo de la casa mercantil de Celik, con la finalidad de recuperar un cargamento de armas que se había perdido en la frontera con estas horribles planicies. Armas de metal, que no podían dejarse tiradas y que valían más que la vida útil de muchos habitantes de Celik.
Es así que Bárbaro y Thri-kreen se unieron al grupo liderado por un guerrero entrado en años, una sacerdotisa del fuego, dos muls hermanos, la psiónica de peinado extravagante con dreadlocks, y un poderoso Semi-Gigante.
La misión no estuvo exenta de problemas, y desde el inicio desde que fueron atacados por los espíritus de polvo que surgieron desde el suelo tuvieron que sufrir la primera baja. Uno de los muls falleció en esa pelea, y el capitán de la expedición terminó sufriendo mucho y cayendo a la inconciencia . EL bárbaro ayudo con su liderazgo a que la misión continúase. Y de no haber estado presente, el desenlace final habría sido muy diferente.
Todos terminaron muy inquietos después de que apareciese una imagen proyectada seguramente como ilusión no muy lejos de donde estaban, y que mostraba a un cuerpo descompuesto con finos ropajes ceremoniales, y un halo verde que lo rodeaba. Se presentó como Kaisharga, y advirtió que los vivos no debían meter sus narices en los asuntos de los muertos. Este era territorio de Dregoth y debían huir o sufrir las consecuencias.
Ignorando la advertencia se acercaron apenas unos metros, al lugar desde el cual veían los restos del cargamento que venían buscando. Desde la lejanía pudieron ver enormes figuras (al menos 3) que patrullaban los lugares . La última confrontación no iba a hacerse esperar.
Tuvieron un poderoso combate con una aberración de obsidiana , una enorme creación hecha de aquella oscura piedra con afiladas puntas saliendo de su cuerpo, cuyo principal objetivo parecía ser el recoger cadáveres caidos en batalla en esa zona y atacar cualquier ser que se aproximase a su presencia.
El grupo salió triunfante, pero muy herido. Volvieron a Celik después de algunos días de viaje, y ahí se agradeció su gran aporte. El bárbaro sobretodo recibió un gran reconocimiento por su valiosa intervención. Ya empezaba a ganarse amigos....
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