El Deceso de los Campeones.
El druida había vuelto de su meditación. El halfling se había recuperado junto al mul de su envenenamiento parcial frente a la batalla con el escorpión.
Eran un grupo sólido y se sentían más seguros ahora que se disponían a adentrar en las profundidades de las ruinas descubiertas por la tormenta de Arena. Ya venían advertidos de lo que podían encontrar en la profundidad, y es por esto que el grupo no fue sorprendido cuando apareció el guardían de muchos rostros para defender a los Campeones que debían de estar en la habitación superior.
La batalla fue complicada, volaron por los aires, pero al final se impuso la organización y poder de los aventureros. EL espiritu lanzó un grito de desesperación mientras veía como había fallado en su labor de proteger a los campeones.
Vieron los grabados a ambos lados, que hablaban de épocas distintas, mientras ascendían por la rampa que los iba a llevar a la habitación donde permanecían los Campeones. Aquellos que como había dicho la mujer habían sido entrenados para una guerra que yacía perdida. Aquellos cuya unica finalidad era derrotar a Gallard.
Al entrar en la habitación las antorchas se prendieron. Sintieron como se abrían las cámaras , y como voces discutían entre ellas. Hablando de eliminar a los traidores que venían a molestarlos. Los Traidores que servían a Gallard. Los traidores que debían eliminar.
Un anciano, una mujer, un humano más grande que lo normal , y un hombre de pelo largo envueltos en cintas funerarias , eran los campeones de los que hablaba la leyenda. Las centurias no habían pasado en vano, y sus cuerpos se habían desgastado dejando solo una sombra de lo que había su antiguo poder. Estaban muertos en vida, y no se daban cuenta de que ya habían perdido.. Solo quedaba darles descanso.
Los aventureros vencieron a los campeones, después de una larga batalla. Pero no sin sufrir antes un enorme costo. Toda la rabia que llevaban adentro por verse atacados con los que veían como representantes de su mas odiado enemigo, engendró una maldición en aquellos que no tuvieron la entereza para resistirse.Una maldición recorría sus venas...
Saquearon lo que pudieron, y salieron del lugar lo más pronto que les fue posible, mientras toda la estructura comenzaba a desmoronarse fruto de otro fuerte temblor que no quería dar respiro a Athas.
Las ruinas fueron sepultadas por completo. Grietas se abrieron, y algunos casi son tragados por la misma tierra.
Pero la maldición los seguía.. una enfermedad repleta de odio, que sino era tratada debidamente iba a cobrarles la vida.
Buscaron un poblado en el que hubiese un clérigo, y tuvieron muy mala suerte al encontrarse en medio de un poblado repleto de mercenarios que no apreciaban la intromisión de extraños. En ella habría un Thri-kreen que los seguiría en la oscuridad.. para propósitos solo entendidos por el. Luego de ser descubierto por el druida, reveló su intencion de viajar con un enjambre, y para eso les ayudó . Justo tenía pergaminos antiguos que servían para tratar la maldición que los asolaba.
Fueron guíados a un fuerte donde para suerte de ellos encontraron a un clérigo que los ayudó . Un clérigo que salió recompensado economicamente más de lo que hubiese pensado.
En el intertanto pasaron algunas cosas interesantes en el fuerte: Vieron integrantes de la casa tomblador (junto a otras tantas casas más) pues el lugar era un centro de intercambio y de paso de la mayoria de las casas mercantiles de la región. Escucharon los rumores de la búsqueda de unos insolentes que habían sembrado caos por un momento para las actividades de la casa.Vieron la llegada de refugiados que lloraban la pérdida de sus familiares por el temblor que había caído apenas un par de días atrás.
Más importante aún fue la aparición del mismo hombre de Balic. Quien envuelto en misterio y en el arte del sendero le hizo una advertencía al monje
Una advertencia que quedó solo para sus oídos, y que desconoció por completo cuando fueron a eliminar al gigante que azotaba las rutas comerciales de los alrededores...
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