Tuesday, April 10, 2007

[Relato Corto Campaña Celik] - Susurros nocturnos

La noche solía ser un alivio para la gente de Athas. Las largas y tediosas horas del fuerte sol sobre sus cabezas llegaban a su fin, y podían por unos momentos descansar hasta que llegara el siguiente día y así continuar en un ciclo sin fin.

Las estrellas se veían en lo alto del cielo, brillantes como siempre. El techo de estas tierras sin piedad siempre estaba despejado. Pocos se preguntaban que había más arriba, lo único que importaba para la gente estaba en la tierra.Sólo los Reyes Hechiceros podían darse el lujo de mirar al infinito del firmamento.

El hombre vestido con finos ropajes y botas de cuero de Lirr tampoco miró al cielo. Lo que le preocupaba en este momento no estaba arriba, ni tampoco sobre las infinitas planicies en las afueras de la Ciudad de Celik. Lo que atormentaba su mente, estaba justo debajo de sus pies.

Atravesó la puerta donde los dos guardias Mul cuidaban celosamente, apenas dedicándoles atención. Los fornidos guerreros lo dejaron pasar, sin decir ni una palabra, viendo como el hombre estaba encerrado en sus propios pensamientos.

A medida que avanzaba por los polvorientos salones del fuerte interior, pensó en diferentes formas de empezar la conversación con el consejero del Patriarca Korsun, amo y señor de la casa Mareneth . No encontraba un modo adecuado para explicar como es que la ciudad Emblema del Linaje Mareneth, en cuya superficie se encontraban ahora, estaba siendo amenazada como nunca antes lo había estado a lo largo de su extensa historia.


Al final de un largo pasillo y de incontables vueltas y giros, llegó a los aposentos del Señor. Aquí los guardias eran más quisquillosos, pues sabían muy bien que el menor descuido les significaría la muerte. Los dos semi-gigantes se plantaron enfrente de el en actitud decidida mirándolo desde arriba con sus rostros carentes de brillantez. Con voz profunda como salida del más profundo de los cañones de las montañas Resonantes uno de ellos preguntó:


- " Cual es tu negocio aquí humano?"

El hombre iba a responder cuando una voz algo más atrás de los semigigantes interrumpió


- Déjenlo pasar.

Sin dar espacio a réplica las dos moles se movieron a un lado y siguieron mirando al horizonte. A ningún punto en particular.

Marxus avanzó a paso lento, adentrándose un poco más en las sombras. Siempre le había llamado la atención que el patriarca de la casa sintiese tal afición por estar encerrado en la oscuridad. Al final del pasillo podía ver las cortinas de satén y el danzar fantasmal de las luces alrededor del lecho del patriarca.

- Tengo que hablar con el Patriarca Korsun -dijo Marxus en un tono seco hacia la silueta que apenas podía ver en la oscuridad-

- Sabes muy bien que yo soy su voz y sus oidos Marxus. Habla.

Marxus dudó un momento intentando encontrar una señal desde el final del pasillo. Las velas se agitaron levemente y luego siguieron su hipnótico danzar. Se adecuó un poco más a la oscuridad y pudo discernir mejor las facciones del avejentado hombre enfrente suyo. Sus ropajes costaban más de lo que un solo obrero mul pudiese ganar en toda la vida, el hombre decididamente no le hacía asco a la opulencia.


- Hemos perdido más hombres de lo debido explorando los subterraneos. A la vez hemos encontrado algunos objetos valiosos, pero tardaremos un tiempo antes de poder recuperar la fuerza perdida... La cosa es que no sé muy bien que buscar allí y los otros jefes de guardia están empezando a mostrar las mismas inquietudes que yo. Parece un sin sentido.

Marxus esperaba la respuesta de su interlocutor, cuando sintió el susurro apenas audible proveniente desde el final de la sala. Los dos callaron hasta escuchar con más claridad las palabras traídas por el viento.


- Un error dices tú?... - dijo la voz de Korsun en un tono apenas perceptible - . Estas ruinas estaban acá desde que llegó mi familia hace más de un Milenio, luego de que nuestra antigua ciudad de Kalid-Ma fuese completamente destruida por nuestro demente Rey.

Marxus escuchó muy atento. No sabía leer como todos aquellos que no habían nacido en una cuna de oro, y cualquier retazo de historia servía para satisfacer su gran curiosidad.

- Cuando llegaron acá esto estaba repleto de Plagas y Muertos -continuó Korsun-. Pero era hacer algo o morir en el intento y permitir así que nuestra tradición se perdiera en las Arenas del tiempo. Los pocos registros que sobrevivieron al incansable poder del tiempo dan cuenta de maravillas sepultadas en estas ruinas, maravillas de una época en que el Sendero era mucho más fuerte de lo que lo es ahora..

Siguió un largo silencio y en la lejanía del pasillo se sintió el alzar de un viento. Marxus no se atrevió a preguntar si era su patriarca quien había causado eso. Los rumores hablaban de que era un practicante del sendero bastante versado, lo que le había permitido incluso anticipar muchas veces las maniobras comerciales de otras casas. Después de tanto tiempo ya no sabía como separar mito de realidad.

- Señor?? -dijo la voz dubitativa de su consejero , aproximándose unos pasos para ver a que se debía el súbito silencio-

- Hay fuerzas obrando en estos momentos en lugares insospechados - dijo Korsun en voz más alta- Ya hemos visto las amenazas que se nos están presentando, y si hemos de sobrevivir y continuar tenemos que estar dispuestos a realizar grandes cambios. Terremotos, Explosiones desde el Mar de Polvo, Reyes Hechiceros que ya no son más, rumores de caminos abiertos a grandes imperios que no constaban en ningún registro conocido, y ahora esta amenaza desde las planicies de Obsidiana.


- Señor -dijo Marxus muy lentamente, como si temiese que alguna de sus palabras no fuese escuchada -. Es cosa de tiempo hasta que alguna casa rival se entere de las amenazas que se ciernen sobre nosotros y aprovechen para golpear. Como mantendremos esa secrecía con todos los mercenarios que hemos tenido que contratar para poder hacer el peso y dejar la ciudad medianamente limpia.

Vió por el rabillo del ojo la expresión de reprimenda del consejero por haber hablado sin pedir la autorización, Pero a Korsun todas esas formalidades parecieron no importarle.


- Tus palabras son sabias Marxus, pero subestimas los alcances de mis telas de araña. Un buen comerciante debe ser como una de esas criaturas. Cuando tienes una tela suficientemente grande no importa por donde pase tu enemigo. Siempre sabes donde atacar. La orden sigue vigente, limpien todo cuando puedan y no se preocupen por la gran ola de mercenarios que ahora empezará a llegar. Todo está contemplado.


- De acuerdo señor. -Marxus hizo una reverencia hacia la silueta al fondo y se excusó-. Poco a poco la luz empezó a hacerse más tenue en el fondo hasta que no pudo ver más. Salió satisfecho tras haber escuchado la voz sana e imponente de su patriarca. Marxus era un hombre de tradiciones y estaba feliz por como se había llevado la administración de la ciudad de Celik bajo el mandato de Korsun. No quería cambiar sus hábitos si es que alguna enfermedad había impactado a su lider.


Se retiró de los pasillos pensando que Korsun tendría razón. Nunca lo había escuchado equivocarse. Era cuestión de días quizás para que Celik estuviese llena , esta vez de aventureros deseosos de fama y fortuna. Notificaría al resto para estar preparados.

Muerte en las profundidades.

Jugada por: Ur-Mystra, Thri-Kreen Psion/Warrior (Cristián) , Patsuika, Lurk Human (Agustín), Halfling Drunkenmaster (Antonio)


El Profanador apareció tal como lo había prometido en los bordes de su bosque particular. Acompañado de 3 sombras que salieron de entre los arboles como un enjambre de abejas. EL profanador iría a Celik cuando lo estimara conveniente, y despachó a los tres derrotados a que volvieran de donde habían salido para nunca más volver. La próxima vez pagarían con sangre su intromisión.


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De regreso justificaron como mejor pudieron su mediano fracaso. De todos modos parecía que el Profanador estaba interesado en lo que podían ofrecerle, pero todo se haría según sus condiciones. No les pidieron el pago de vuelta, pero era evidente en los ojos de sus interlocutores que no estaban satisfechos por los resultados. Depender de los caprichos de un mestizo excéntrico era lo que menos querían.


En ese intertanto el Halfling y el Bárbaro fueron enviados a acompañar a una caravana que iba a un punto medio a encontrarse con una casa mercantil de Tyr que traía pertrechos .


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En Celik la amenaza subterranea seguía siempre presente, y tal como habían hecho cada año, grupos de aventureros iban a las profundidades a "limpiar" tanto como pudiesen. Varios grupos fueron despachados en este tipo de misiones, y la amenaza del Sur (de la cual seguían veniendo noticias de los Scouts) , sumados a los propios intereses de la casa hacian imposible que contasen con la misma capacidad de pelea al interior de sus muros que como había ocurrido en esas ocasiones pasadas.

Por eso mismo cuando llegó la caravana de mercaderes desde la lejana Gulg, con cazadores elfos entre sus filas, trayendo todo tipo de especies salvajes para la venta Celik no dejó pasar la ocasión, llevándose alguno de los prisioneros para usarlos en las nuevas necesidades de la ciudad.

Uno de ellos fue puesto en Libertad a cambio de que hiciese labores para la casa Mareneth. Un Thri-Kreen que había sido apresado varias semanas atrás . Algunos soldados de Celik estaban curiosos por ver cual sería el desempeño de dos Thri-Kreens juntos en un grupo de exploración.


El Halfling que se la había pasado borracho durante varios días y noches fue tomado por la fuerza para entrar a las ruinas. Nadie en la ciudad estaba mucho tiempo sin hacer nada. Su opción era ayudar, o irse inmediatamente afuera, y a como estaba la situación todo aquello podía significar la muerte. Tenían por tanto que mostrar su valor a la casa Manereth.



Así Halfling y Thri-Kreens fueron hacia una de las ruinas en el Norte de la ciudad. Entraron en ellas , una parte de la ciudad subterránea. Fueron atacados por arañas que se colgaban de sus cuellos y les sacaban sangre, como por una criatura que salió de agua putrefacta de un altar antiguo largamente olvidado. La habitación estaba fria y gran parte de la vegetación no era más que hielo. Pelearon con una criatura que salió de las profundidades de la cisterna de agua corrupta. Pero estaban muy debilitados, y en la última explosión dieron fin a la vida del Thri-Kreen conocido por Patsuika, quien se convirtió en nada más que hielo.


Volvieron a la superficie luego de esperar por horas que les abrieran la escotilla que llevaba arriba. Luego de dar su reporte se decidió que eso no podía quedar así de inexplorado, y por eso ya que el Halfling estaba muy debilitado por las arañas que casi se toman su vida , el Thri-Kreen liberado iría con un guardia de la ciudad, un guerrero y un humano que venía desde la Lejana Raam buscando asilo luego del caos que se había desencadenado.


Después de cierta preparación volvieron a las profundidades, sin saber que nunca más volverían a ver la luz del Sol Oscuro.


Emboscados en una habitación repleta de telas de araña sufrieron los embates de una araña, y de una poderosa criatura que se había mantenido escondida hasta que los tomó por sorpresa. Uno a uno fueron cayendo ante sus poderosos garrazos. Hasta que no quedó nadie en pie y se hizo solo el silencio.


La ciudad de Celik estaba perdiendo la guerra contra su enemigo interior.

En busca del profanador. (CAMPAÑA CELIK)

[Jugada Por: Conan (Francisco), Ur-Mystra (Cristían) y Halfling Raider (Pablo)

Conan había acumulado cierta fama desde su última hazaña en las tierras de Obsidiana. Por esto mismo fue que el veterano de Guerra con el cual habían compartido momentos difíciles en las tierras del Sur, se acercó para hacerle partícipe de una misión que parecía fácil.


El tema del sur se estaba convirtiendo en algo primordial en la agenda de la ciudad. En Celik no tenían la menor idea de que diablos estaba pasando, y la falta de respuestas los estaba desesperando. Dados sus dotes de liderazgo necesitaban que fuera al Oasis al Norte con otros muchachos de la ciudad, para convencer amablemente al semi-elfo de la necesidad de su presencia en la ciudad (pagándole claro está).




Partieron al Norte, llamándoles la atención la falta de ruidos en el camino. Las pequeñas bestias que normalmente veían salir de entre los orificios de la tierra, o en las pocas malezas desperdigadas aquí y por allá brillaban por su ausencia.



Finalmente llegaron al Oasis, en donde luego de una brutal pelea con una bestia que era parte del mismo Oasis, llegó el profanador a terminar el trabajo.

No tomó con buenos ojos que se hubiesen inmiscuido en sus dominios. Luego de despojarlos de sus items de valor , los mandó de regreso a volver en 3 horas, en las que escucharía sus pedidos. Luego de eso solo Athas sabría lo que ocurriría con sus vidas.