Tuesday, April 10, 2007

Muerte en las profundidades.

Jugada por: Ur-Mystra, Thri-Kreen Psion/Warrior (Cristián) , Patsuika, Lurk Human (Agustín), Halfling Drunkenmaster (Antonio)


El Profanador apareció tal como lo había prometido en los bordes de su bosque particular. Acompañado de 3 sombras que salieron de entre los arboles como un enjambre de abejas. EL profanador iría a Celik cuando lo estimara conveniente, y despachó a los tres derrotados a que volvieran de donde habían salido para nunca más volver. La próxima vez pagarían con sangre su intromisión.


-------------------------------------------------------------------

De regreso justificaron como mejor pudieron su mediano fracaso. De todos modos parecía que el Profanador estaba interesado en lo que podían ofrecerle, pero todo se haría según sus condiciones. No les pidieron el pago de vuelta, pero era evidente en los ojos de sus interlocutores que no estaban satisfechos por los resultados. Depender de los caprichos de un mestizo excéntrico era lo que menos querían.


En ese intertanto el Halfling y el Bárbaro fueron enviados a acompañar a una caravana que iba a un punto medio a encontrarse con una casa mercantil de Tyr que traía pertrechos .


-------------------------------------------------------------------------------------------


En Celik la amenaza subterranea seguía siempre presente, y tal como habían hecho cada año, grupos de aventureros iban a las profundidades a "limpiar" tanto como pudiesen. Varios grupos fueron despachados en este tipo de misiones, y la amenaza del Sur (de la cual seguían veniendo noticias de los Scouts) , sumados a los propios intereses de la casa hacian imposible que contasen con la misma capacidad de pelea al interior de sus muros que como había ocurrido en esas ocasiones pasadas.

Por eso mismo cuando llegó la caravana de mercaderes desde la lejana Gulg, con cazadores elfos entre sus filas, trayendo todo tipo de especies salvajes para la venta Celik no dejó pasar la ocasión, llevándose alguno de los prisioneros para usarlos en las nuevas necesidades de la ciudad.

Uno de ellos fue puesto en Libertad a cambio de que hiciese labores para la casa Mareneth. Un Thri-Kreen que había sido apresado varias semanas atrás . Algunos soldados de Celik estaban curiosos por ver cual sería el desempeño de dos Thri-Kreens juntos en un grupo de exploración.


El Halfling que se la había pasado borracho durante varios días y noches fue tomado por la fuerza para entrar a las ruinas. Nadie en la ciudad estaba mucho tiempo sin hacer nada. Su opción era ayudar, o irse inmediatamente afuera, y a como estaba la situación todo aquello podía significar la muerte. Tenían por tanto que mostrar su valor a la casa Manereth.



Así Halfling y Thri-Kreens fueron hacia una de las ruinas en el Norte de la ciudad. Entraron en ellas , una parte de la ciudad subterránea. Fueron atacados por arañas que se colgaban de sus cuellos y les sacaban sangre, como por una criatura que salió de agua putrefacta de un altar antiguo largamente olvidado. La habitación estaba fria y gran parte de la vegetación no era más que hielo. Pelearon con una criatura que salió de las profundidades de la cisterna de agua corrupta. Pero estaban muy debilitados, y en la última explosión dieron fin a la vida del Thri-Kreen conocido por Patsuika, quien se convirtió en nada más que hielo.


Volvieron a la superficie luego de esperar por horas que les abrieran la escotilla que llevaba arriba. Luego de dar su reporte se decidió que eso no podía quedar así de inexplorado, y por eso ya que el Halfling estaba muy debilitado por las arañas que casi se toman su vida , el Thri-Kreen liberado iría con un guardia de la ciudad, un guerrero y un humano que venía desde la Lejana Raam buscando asilo luego del caos que se había desencadenado.


Después de cierta preparación volvieron a las profundidades, sin saber que nunca más volverían a ver la luz del Sol Oscuro.


Emboscados en una habitación repleta de telas de araña sufrieron los embates de una araña, y de una poderosa criatura que se había mantenido escondida hasta que los tomó por sorpresa. Uno a uno fueron cayendo ante sus poderosos garrazos. Hasta que no quedó nadie en pie y se hizo solo el silencio.


La ciudad de Celik estaba perdiendo la guerra contra su enemigo interior.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home